Trovador

TROVADOR

DEFINICIÓN DE TROVADOR

Un trovador es un poeta o compositor culto de canciones en lengua romance. Escribe el verso, pues, y también compone la música. Aparecen en la región francesa de la Provenza; por eso la palabra procede de dicha lengua: trobador , derivada de «hallar», que a su vez procede del latín tropus, que significa «melodía». En el romance llamado provenzal o lengua occitana componen un arte refinado entre los siglos XII y XIV. Aunque es posterior al juglar, a diferencia de este, pertenece a la clase social más culta y de alto nivel económico. Son profesionales que vivían en las cortes o palacios y, normalmente, estaban protegidos por señores feudales y reyes, a los que defendían con su pluma si era necesario.

Los trovadores creaban y componían la música de sus poesías sometidos a las estrictas reglas aprendidas en las Escuelas palatinas y monásticas (Quadrivium) sobre Gramática, Métrica y Retórica. Su aprendizaje era minucioso y no podían permitirse un error en la rima o medida de los versos. Poseían un profundo conocimiento de los recursos estilísticos y de la composición musical. La perfección formal era su máxima aspiración. Hay que tener en cuenta que su poesía fue compuesta para ser no leída, sino cantada. Aunque en algunas ocasiones es el propio trovador el que canta sus composiciones, lo habitual es que sea el juglar lírico el que las dé a conocer.

LOS CANCIONEROS

La obra de los trovadores ha llegado hasta la actualidad gracias a que fue recogida en Cancioneros. En estos lo habitual era trazar una breve semblanza del trovador al principio de sus composiciones. Algunos de los más conocidos son los siguientes: Guillermo IX, duque de Aquitania (es el primer autor conocido), Bernart de Ventadorn, Arnaut Daniel, Peire Vidal, Cerverí de Girona, Giraut de Bornelh, Marcabrú, etc. Del Sur de Francia influyen en la zona norte de Francia, en poetas de Sicilia y la Toscana (lugar donde surgirá el dolce stil Novo), en poetas catalanes e incluso en la zona de gallego-portuguesa. Hay que distinguir entre trovadores profesionales y otros aficionados, entre los que se encontraban nobles (Raimbaut, conde de Aurenga, o el mencionado duque de Aquitania), reyes (Ricardo Corazón de León y Alfonso II de Aragón, por ejemplo) e incluso clérigos u hombre doctos.

TEMAS 

Los temas predominantes son el amor (cantado en la cansó) y la política (sirventés). El género más importante cultivado por los trovadores es la cansó (canción), con la que difunden las características principales del amor cortés, término con el que se designa la relación amorosa que mantiene el trovador (amante) con su señora. Esta suele pertenecer a la clase social alta y estar casada, motivos que la hacen más inaccesible y, por tanto, más deseable. La relación entre el amante y la amada es similar a la relación feudal entre el vasallo y el señor feudal. El trovador (amante) acepta con sufrimiento y a la vez orgullo el servicio o vasallaje amoroso hacia su amada, a la que venera y reconoce su superioridad. Ese amor, que muchas veces no pasa de ser espiritual, le sirve al trovador de purificación, de elevación espiritual. En la relación amorosa entre el trovador y su amada puede haber distintos grados, que se denominan según un tratado anónimo del siglo XIII del siguiente modo: fenhedor (el trovador enamorado no ha expresado a su amada sus sentimientos), pregador (el poeta ha expresado sus sentimientos), entendedor (la dama obsequia al enamorado con sonrisas y prendas), drutz (la relación entre ambos es más íntima). Esos grados se corresponden con la evolución del amor en la relación según los tratadistas medievales que escribían en latín: visus (contemplación de la amada), alloquium (conversación con ella), contactus (caricias), basia (besos) y factum (relación más íntima).

El tema político también fue tratado por los trovadores a través del género llamado sirventés. Eran composiciones que servían para que el trovador difundiera propaganda política de su señor o lo defendiera usando la sátira de sus enemigos. Otros poemas que cultivaban eran los debates, entre los que destacan la tensón o tensó (consiste en la disputa poética entre dos trovadores sobre un tema con libertad) y el partimen, partiment o joc partit, en el que se propone un problema con dos posibles soluciones. Otros tipo de composiciones poéticas son el alba, cuyo tema era la separación entre dos enamorados al amanecer, la pastorela, que narra el encuentro entre un caballero y una pastora, o el planto o endecha, en el que el poeta lamenta la  muerte de un ser querido. 

INFLUENCIA EN ESPAÑA

En España, el influjo de la poesía trovadoresca se difunde en Cataluña (poetas catalanes como Guillén de Cabestany, Cerverí de Girona, Berenguer de Palau, Ramón  Vidal de Besalú, Jaime II, etc, escriben en lengua provenzal u occitana), en Galicia en las cantigas de amigo  (la lengua galaicoportuguesa será utilizada por los poetas castellanos) y en los reinos de León y Castilla (el cultivo del villancico de amigo, el alba, las serranillas, etc., reciben la influencia trovadoresca). Aquí la presencia de trovadores está constatada en la época de Alfonso VII (siglo XII) y tiene su apogeo en la de Alfonso X el Sabio (siglo XIV).

Juglar

DEFINICIÓN

Un juglar era un artista callejero, generalmente ambulante, que durante la Edad Media participaba en espectáculos dirigidos al público para divertir y difundir relatos guerreros, especialmente cantares de gesta, o composiciones líricas. Cantaban y recitaban en plazas, pueblos y castillos usando instrumentos musicales: el laúd, la vihuela, el salterio, etc. Podían entretener con bailes y actividades circenses (juegos malabares, acrobacias, saltimbanquis, amaestramiento de animales). Algunos se dedicaban a la simple charlatanería y ofrecían servicios como dentistas, barberos o feriantes. Su objetivo era monetario: las monedas que ganaban en sus actuaciones era su medio de vida. Los había que usaban solo la voz; otros sí la acompañaban con instrumentos musicales.

El término «juglar» aparece documentado ya en el siglo XI y, ampliamente, en el siglo XII: En Castilla tuvieron su época de esplendor en los siglos XIII y XIV, y tuvieron gran influjo en autores cultos como Gonzalo de Berceo y el Arcipreste de Hita.

Los juglares crean la escuela poética llamada «mester de juglaría» (mester significa ‘oficio’), frente al llamado «mester de clerecía», título con el que denomina a obras de autores cultos o clérigos (Berceo, Hita, o los anónimos Libro de Alexandre, Libros de Apolonio, etc.), que escribían con un metro regular (la cuaderna vía) y predominaba los temas religiosos y morales (aunque no eran los únicos).

TIPOS DE JUGLARES

Aunque había distintos tipos de juglares, nos interesan en la historia literaria los llamados «juglares épicos o «juglar de gesta» (al que se le conoce también como «juglar de boca» o «juglar de voz»), que son los recrean para el pueblo obras anónimas recitadas (con o sin instrumentos musicales) con fines lúdicos y propagandísticos, especialmente para realzar los valores de los héroes medievales (astucia, valentía, honor, fidelidad, ternura etc.) en un momento crucial para la constitución de una comunidad. Además, comunicaban noticias de sucesos ocurridos en la época, como si fueran los periodistas de la época. Por otra parte, también había «juglares líricos», que difundían las creaciones de los trovadores o poetas. Además de estos tipos había otros nombres según su función: remendadores (únicamente imitaban), trasechadores (eran prestigitadores), cazurros (recitaban de forma disparatada), etc. También está constatada la existencia de juglaresas y soldaderas, que se dedicaban sobre todo al baile y al canto.

Los temas predominantes en los juglares épicos eran las gestas o hazañas de los héroes medievales más importantes y las tradiciones del pueblo. Su importancia es crucial para la difusión de los cantares de gesta, como el Cantar de Mio Cid. Los temas principales de estos son las hazañas o conquistas de héroes, la honra, la traición, la infidelidad, el amor… Frente al clérigo (hombre culto o docto que sabía latín), que difunde con una finalidad didáctica-religiosa y moral, el mérito de la escuela poética a la que pertenecen los juglares (el mester de juglaría) es la creación de una nueva tradición de poesía narrativa y lírica en la lengua castellana medieval.

RESUMEN DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS JUGLARES

En resumen, las características de los juglares podríamos resumirlas a continuación:

  • Eran anónimos.
  • Llevaban una vida errante.
  • Eran los portadores de una tradición oral.
  • No eran cultos (era predominante el analfabetismo en la época, de ellos y del público al que se dirigían -excepto cuando actuaban en los castillos de los nobles).
  • Tenían una prodigiosa memoria.
  • Tenían una relación dinámica y viva con el público
  • El paso de un recitador a otro podía causar variantes en el texto oral recitado.
  • Su finalidad era divertir, emocionar, entretener, pero también comunicar noticias y, a la vez, sirvieron para difundir los cantares de gesta, lo que los convierte en un pilar de las tradiciones de un pueblo.
  • Estilísticamente, sus obras se caracterizan por la irregularidad métrica y largas tiradas o series de versos con rima asonante.

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Mester de juglaría y mester de clerecía

Los distintos géneros o manifestaciones literarias que se desarrollan a lo largo de la Edad Media se relacionan estrechamente con los tres estamentos en los que de una manera rígida y jerárquica se divide la sociedad feudal del Medievo: con la nobleza, que ejerce con su fuerza política y militar el poder sobre Sigue leyendo «Mester de juglaría y mester de clerecía»

Literatura medieval española: introducción

Literatura medieval española

INTRODUCCIÓN

La Edad Media es un largo período histórico que abarca aproximadamente diez siglos. Comienza en el 476 con la caída del Imperio romano de Occidente y termina hacia 1453, fecha en la que confluyen tres hechos históricos importantes: la invención de la imprenta de caracteres móviles por Gutenberg, el fin de la guerra de los Cien Años y la caída del Imperio romano de Oriente tras la toma de Constantinopla por los turcos otomanos. En España se suele situar el final del Medievo en 1492, año en el que coinciden tres acontecimientos decisivos: el descubrimiento de América, la toma de Granada por los Reyes Católicos (representa el fin de la Reconquista cristiana) y la expulsión de los judíos.

LOS HUMANISTAS

Fueron los humanistas italianos de las últimas décadas del siglo XV los que la llamaron media aetas en un sentido negativo al considerar que fueron mil años de barbarie e ignorancia entre dos épocas brillantes de la historia: la Antigüedad grecolatina y el Renacimiento. Hubo que esperar al siglo XIX para que los románticos descubran el encanto y la importancia de la época medieval. 

LA LITERATURA MEDIEVAL ESPAÑOLA

La literatura medieval española comprende un período menor de tiempo. Empieza tras la fragmentación del latín, que fue evolucionando hacia los primitivos romances peninsulares: castellano, catalán, galaico-portugués, astur-leonés, navarroaragonés y mozárabe.

GLOSAS Y  JARCHAS

El primer testimonio escrito en romance castellano son las glosas, anotaciones o comentarios breves que los copistas medievales escribían entre las líneas o en los márgenes de códices en latín.  Ahora bien, las glosas no son literatura. Esta arranca en nuestro país con las jarchas (las más antiguas son de los siglos X-XI), breves cancioncillas de tema amoroso compuestas en mozárabe, dialecto romance hablado por los cristianos que vivían en territorio árabe. El final de la Edad Media literaria en España se cierra con La Celestina (1499). Entre ambos hitos se desarrolla una diversa y rica producción literaria que abordaremos en otras páginas de este sitio.